El gas natural se encuentra normalmente en el subsuelo continental o marino. Se formó hace millones de años cuando una serie de organismos descompuestos como animales y plantas, quedaron sepultados bajo lodo y arena, en lo más profundo de antiguos lagos y océanos. En la medida que se acumulaba lodo, arena y sedimento, se fueron formando capas de roca a gran profundidad. La presión causada por el peso sobre éstas capas más el calor de la tierra, transformaron lentamente el material orgánico en petróleo crudo y en gas natural. El gas natural se acumula en bolsas entre la porosidad de las rocas subterráneas. Pero en ocasiones, el gas natural se queda atrapado debajo de la tierra por rocas sólidas que evitan que el gas fluya, formándose lo que se conoce como un yacimiento.
El gas natural se puede encontrar en forma "asociado", cuando en el yacimiento aparece acompañado de petróleo, o gas natural "no asociado" cuando está acompañado únicamente por pequeñas cantidades de otros hidrocarburos o gases. Tal como se extrae de los yacimientos, el gas natural es un producto incoloro e inodoro, no tóxico y más ligero que el aire.
La composición del gas natural incluye diversos hidrocarburos gaseosos, con predominio del metano, por sobre el 90%, y en proporciones menores etano, propano, butano, pentano y pequeñas proporciones de gases inertes como dióxido de carbono y nitrógeno.
La combustión del gas natural no produce emisiones de SO2, ya que está prácticamente exento de azufre, y produce menores emisiones de NOx que el petróleo por unidad de energía obtenida.
Hidrocarburo
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Composición Química
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Rango(en %)
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Metano
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CH4
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91-95
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Etano
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C2H6
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2-6
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Dióxido de Carbono
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CO2
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0-2
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Propano
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C3H8
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0-2
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Nitrógeno
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N
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0-1
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El gas natural se extrae de pozos subterráneos o submarinos, proceso de extracción muy similar al del petróleo. Posteriormente se le extrae el exceso de agua, así como también sus impurezas.
Hay dos formas básicas de transportar el gas natural desde el yacimiento a los puntos de consumo finales: en forma gaseosa mediante conductos denominados gasoductos, o en fase líquida mediante la denominada cadena del Gas Natural Licuado (GNL).
El gas natural es la tercera fuente energética usada en el planeta, tras el petróleo y el carbón. El volumen de GNL (Gas Natural Licuado) alcanzó los 172,6 millones de toneladas en el año 2008. Asia es la zona donde actualmente se produce la mayor cantidad de gas natural del mundo, siendo Oriente Medio donde se concentran las mayores reservas. No obstante también existen productores de gas natural en la cercana África y en el Caribe. Con el nivel de consumo del año 2007, las reservas conocidas actuales aseguran el suministro durante unos 62 años (fuente Asociación Española del Gas, Sedigas). En 1990 esta relación era similar, lo que indica que los nuevos descubrimientos de yacimientos igualan por el momento al consumo mundial.
El gas natural se transporta mayoritariamente mediante gasoductos, no obstante según la AIE (Agencia internacional de la Energía ) en el 2010 el 30% de las importaciones mundiales de gas natural se realizarán en forma de GNL. Para ello son necesarias plantas de licuefacción, buques metaneros y plantas de regasificación. A principios de 2009 existían 25 plantas de licuefacción operativas con un total de 82 trenes de licuefacción, situadas en 15 países. Además existen 5 plantas adicionales en construcción además de numerosas ampliaciones en las plantas existentes (fuente Zeuslibrary). La capacidad global de licuefacción es de 208,2 millones de toneladas en el año 2008.
El GNL se transporta por los océanos del mundo desde hace 45 años con las máximas condiciones de seguridad, así como a través del interior de puertos y aguas libres (ver tráfico de GNL en el mundo). Durante estos años, se han transportado más de 80.000 cargamentos de GNL, cruzando más de 100 millones de millas sin ningún incidente con consecuencia de pérdida de GNL (fuente revista Oilgas).
El GNL se transporta por los océanos del mundo desde hace 45 años con las máximas condiciones de seguridad, así como a través del interior de puertos y aguas libres (ver tráfico de GNL en el mundo). Durante estos años, se han transportado más de 80.000 cargamentos de GNL, cruzando más de 100 millones de millas sin ningún incidente con consecuencia de pérdida de GNL (fuente revista Oilgas).
Desde el comienzo de 2009 están operativos 296 buques metaneros cuya capacidad global es de 40,1 millones de metros cúbicos. Asimismo, están en construcción más de 125 metaneros con una capacidad adicional de 20 millones de metros cúbicos. Todos y cada uno de los buques metaneros que están actualmente en construcción superan los 140.000 metros cúbicos de capacidad de transporte por unidad y la tendencia a futuro es a aumentar dicho tamaño, habiendo entrado ya en servicio metaneros de 216.000 y 266.000 metros cúbicos. Sus dimensiones alcanzan los 280 m de eslora, 42 m de manga y tienen un calado superior a los 10 m. Los metaneros son menos contaminantes que otros buques, al utilizar gas natural en vez de fuel oil o gas oil como fuente de propulsión.
A principios de 2009 se encuentran operativas 65 plantas de regasificación en 19 países del mundo y en cuatro continentes (España, Italia, Francia, Grecia, Bélgica, Reino Unidos, entre otros) y hay 16 plantas en construcción (fuente Zeuslibrary).
Todas estas cifras demuestran que el GNL es una forma de transportar el gas natural que se encuentra ampliamente extendida en el mundo, que permite un suministro energético fiable y menos expuesto a las tensiones geoestratégicas que el transporte por gasoducto.
Si en la cadena de valor del petróleo la materia prima es el porcentaje de peso; en el caso del gas natural es el transporte y procesamiento lo que eleva su costo.
El avance tecnológico multiplicó las reservas mundiales, lideradas actualmente por Rusia y naciones exsoviéticas como Turkmenistán y Uzbekistán.
La compañía Gazprom asegura tener derechos de explotación sobre un 70% de las reservas rusas y un 17% de las mundiales.
Exxon Mobile, Conoco Phillips y British Petroleum están entre los principales productores en Estados Unidos.
La producción mundial creció 3,1% en 2011.
El escenario es promisorio, sin embargo el gas natural no es la vacuna contra los males ambientales. “El gas natural es el combustible fósil más limpio, pero sigue siendo un combustible fósil. Solo la expansión del uso de gas natural no será una panacea para el cambio climático”, aseguró Nobuo Tanaka, director ejecutivo de la Agencia Internacional de Energía en un comunicado .
Panacea o no, la pregunta del momento es ¿llegó la hora del gas natural? La respuesta es SI, todo lo que dure.
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ResponderEliminarwww.elblogenergia.com
Gracias por el dato!. Buena página!
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