El gobierno Neozelandés tiene la prohibición de los focos incandescentes. Sin
embargo no es el único país en prohibirlos,
dicha iniciativa se suma a la de otros países como Irlanda que tiene
previsto prohibirlos a partir del año que viene, Australia para el 2010,
California y Canadá para el 2012, Unión Europea etc.
Los focos incandescentes, patentados por Thomas Alva Edison a
finales del siglo XIX, han permanecido casi sin cambios desde su
invención y se basan en la incandescencia de un filamento metálico. Sin
embargo, parte de la energía que se necesita para poner al rojo vivo el
filamento se convierte en calor, con lo que consumen hasta 10 veces más
energía que una bombilla fluorescente. Sólo el cinco por ciento de la
energía que utiliza genera luz – el resto se pierde como calor
Un menor gasto de energía eléctrica contribuye a reducir las
emisiones de efecto invernadero porque la mayor parte de la energía que
consumimos procede de la quema de combustibles fósiles.
Según fuentes de Greenpeace sólo con sustituir en la UE la
antigua tecnología de iluminación por tecnología moderna, se podrían
cerrar 25 centrales de energía de tamaño medio y se dejarían de emitir
20 millones de toneladas de CO2.
Los focos ahorradores pueden ser perjudiciales para la salud de las
personas cuando se rompen y pueden tener efectos perjudiciales para los
sistemas nervioso, digestivo, respiratorio e inmunitario en los riñones,
además de provocar daños pulmonares, informó la Organización Mundial de
la Salud (OMS).
De acuerdo con el último informe de
la OMS, estos productos para la iluminación están fabricados con gas de
mercurio que es inodoro e incoloro y que cuando se rompen las personas
lo pueden respirar sin darse cuenta, e inhalarlo puede tener efectos
como "temblores, trastornos de la visión y la audición, parálisis,
insomnio, inestabilidad emocional, deficiencia del crecimiento durante
el desarrollo fetal y problemas de concentración durante la infancia.
Por
esta razón, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA,
por sus siglas en inglés) recomienda una guía de limpieza y disposición
para lámparas fluorescentes que se rompen: "En caso de que se rompa una
lámpara fluorescente, se debe abrir las ventanas y salir del cuarto y
evitar el acceso por lo menos 15 minutos. Luego hay que recoger los
fragmentos del fluorescente que usted pueda, sin utilizar una
aspiradora. Además se recomienda usar guantes de plástico.
Asimismo
las personas deben sacar los fragmentos y el polvo con papel o cartón
tieso, limpiar el área con una toalla de papel húmeda. Se puede utilizar
cinta adhesiva para recoger el polvo y pequeños pedazos de la lámpara.
Además, debe colocarse todo el material usado para limpieza en una
bolsa de plástico y sellar la bolsa. Lavase las manos después de tirar
la bolsa.
http://www.cnnexpansion.com/manufactura/2011/02/24/cuidado-con-los-focos-ahorradores
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